domingo, 30 de agosto de 2015

pelagatos de la general en tren de corto recorrido



Revisor de tren, atacado por un pasajero, pierde el lóbulo de la oreja. (De los periódicos)

El conocimiento de esta noticia me trae el recuerdo de este hecho:

Las prisas después de un primer enlace en metro hasta alcanzar la estación de tren, con la dificultad añadida de arrear el paso a dos niñas de entre 8 y 10 años, permitieron a sus madres, en calidad de acompañantes, adquirir, raspadas, los billetes, y, con angustiosos forcejeos, ayudadas por ese empuje que te nace cuando lo necesitas, y, que desconocías poseer hasta entonces, ganar el acceso al vagón de un convoy que, indefectiblemente, es más puntual cuanto peor vas de tiempo.

Ya instaladas, respiraron, profundamente, satisfechas, pues habían superado esa primera prueba de carretear los pesados equipos de patinaje en un medio hostil, no siendo usuarias, para nada, de este transporte y dirigiéndose, por primera vez, a un pueblo cercano, donde, las pequeñas, ilusionadas y nerviosas, participarían en una exhibición/examen de este deporte. 



Un tiempo limpio, soleado, colaboraba, solidario, estando de su parte, y, la mañana aportaba ese brío y vigor de las cosas, nuevas, recién hechas, certificando que "era del día".

Nada empañaba sus inquietudes, aprovechando el trayecto para mordisquear, con desgana, como solo saben hacer las pequeñas,  más inquietas, y preocupadas por la excepcionalidad del viaje, que, en comer un bocadillo que bien podrían hacerlo en cualquier otro momento.

El tren recorría el tramo con rapidez pero no tanta como bate el corazón desatado, lleno de deseo, de unas jovencitas que esperan su momento de gloria.

Y para que la secuencia fuera completa, en eso llegó el revisor. 

(Aclaración previa: En según que países, junto a un sueldo, le das una gorra de plato a cualquier pelagatos y ya tienes un capitán general.)

Severo y ceremonioso, con gesto demasiado agrio para los aparentes pocos años en activo, solicitó como comprobación los billetes. Y a juzgar por su primera expresión, algo iba mal. 
Que eran auténticos, legales, que estaban en regla, no había duda. Que correspondían al tiempo y el espacio del trayecto utilizado, tampoco. Entones, que sucedía para que aquel hombre, displicente, arrugara la nariz en señal de disgusto. 

Pues sencillamente que no estaban validados.

(Otra aclaración sucesiva: Esto de la validación es una soplapoyez más de las que nos atan y esclavizan. Tú ya pones de tu parte lo suficiente con dejarte sangrar abonando cualquier forma de billete y la compañía debería disponer por la suya, lo necesario para saber en que circunstancia viajan sus usuarios. De todas maneras las afectadas desconocían esta norma.)


Bien, tratándose de personas de bien que ignoran los mecanismos ocultos para utilizar un borreguero, mostraron, con ejemplaridad, su total disposicióm a enmendar el error. 
Opciones, a cual de ellas, más canalla: 
Abonar una tasa complementaria u obtener otros nuevos, lo cual resultaba absurdo.
Descender una de las mayores, en la próxima estación a validarlos pero sin la seguridad de que el tiempo de parada permitiera el trámite, o, abandonar el tren para validar los tickets y ya legalizadas, viajar en el siguiente. (Desechada, pues llegarían tarde con el riesgo de faltar al examen).

Solución final: disgusto, escarnio y sendas denuncias, vía penal, por las causas expuestas.

Ahora, releemos la noticia de este ataque salvaje al revisor, curados por el tiempo, que lamentamos, deseándole una pronta recuperación, y, esperando que no se trate del mismo, pues, por nuestra parte, ya está perdonado.

sábado, 29 de agosto de 2015

Peligro: La N-340 amenazada por desdeal competencia




Si emulando la infantil costumbre de hermanar municipios sintiéramos la tentación de confraternizar dos carreteras, este emparejamiento podría consumarse, guardando las distancias, entre la cinematográfica Route 66 y la pintoresca N-340.

La primera por méritos tangibles: extensión, trazado, escenario "road movie" y, la segunda, por su contumaz atraso/desfase, por el respeto al legado heredado de los romanos, como muestra genuina de calzada, y porque, con su primitivo mantenimiento ha generado infinidad de atascos, múltiples cuellos de botella, inacabables caravanas, dando origen a entrañables amistades, felices noviazgos, bendita forma de relación y lugar de encuentro entre los habitantes de su largo trazado.

Como aquel reducto asteriobelixiano en la Galia, ha permanecido férrea, hermética, ante la invasión de la novedad, de la evolución y del progreso.

En otras comunidades contiguas, próximas, menos desarrolladas, según dicen, disponen de velocísimas autovías, gratuitas, ignorando lo que se pierden.
Llegas rápido, más pronto, antes, pero dilapidando el contacto con la Naturaleza y te deshumanizas.

Ningún animal interrumpe tu viaje; ningún tractor o máquina cosechadora amortigua tu paso para poder disfrutar del paisaje; ningún convoy especial o vehículo pesado, deslocalizando una fábrica te permite circular a 20 km/h, en primera, con lo cual jamás infringes el límite máximo de velocidad permitido y la correspondiente sanción que te evitas.


Ahora, como todo es mudable, consumible y circunstancial, amenazadores, aunque lentos, movimientos de tierra, hacen prever lo peor. Todo apunta a que la autovía paralela, 40 años más tarde, se despierta, perezosamente, y si nadie lo remedia, sus obras acabarán acercándonos el fatal e inevitable desarrollo.

Llegaremos antes, pero, ¿estamos preparados para gestionar el tiempo libre que ahorraremos?

Rape "congelao" rap, o, para amantes de la forma latina: El Rap Del Rape En Oferta



Hasta desembocar en los actuales "raps", aleccionadores y reivindicativos, que mezclan cirrosis, con fimosis y necrosis, en unas rimas libertarias/cerveceras, la música, en su proceso evolutivo, ha tenido que pasar por el rock y sus derivados, pero antes, mucho antes, recuérdese que venimos de muy lejos, ya, tuvo que completar, entre otras corrientes e influencias, las etapas del mambo, cha cha cha y bolero.

De arraigo y extracción popular todos ellos, recogía el bolero, con sus crudas letras, los sinsabores y desencuentros, crónica sentimental en rojo de lo que pudo haber sido y no fue, en una época donde exigir que "la tierra fuera de quien la trabajaba" estaba severamente castigado y al fin y al cabo, escuchar que alguien lo pasaba mal porque Lupita se había fugado con el lechero, amortiguaba/anestesiaba nuestra pena, según el principio universal de, mal de muchos, consuelo de tontos.

Y ahora, el bonito bolero que lleva por título: Cita a las seis. (Ustedes/vosotros podéis visitar este blog sin cita previa.) Gracias Saludos

miércoles, 26 de agosto de 2015

Bancos que te cobran el asiento



Midnight On Cloud 69

Esta es la pregunta:
que ha tenido que pasar, inquiero, para que una entidad 
bancaria me cobre dos euros por el ingreso de ventanilla, en metálico, en una cuenta de su misma oficina por el solo hecho de que servidor no sea el titular? No discutire que no sea legal, aunque las leyes y las normas, no se consensuen ni pretendan defender los intereses de los clientes; me refiero, a, si es presentable, razonable, justificable, ético.

Aceptemos que todo servicio tiene un coste, pero no sería elegante, ni justo, que todos los gastos deban repercutir, duplicados, alevosamente en el cliente.
Todo empezó con las transferencias o la extensión de un cheque conformado. Retirabas un dinero y para no exponerte a llevártelo en una bolsa modelo bonnie/clyde, el banco te facilitaba, por seguridad, un talón garantizado y por este trámite, y como sanción al rescate, te cobraba una comisión en correspondencia al trabajo extra realizado. Bien, tu peleabas y tal, y, con el forcejeo, conseguías reducir, normalmente, a la mitad, su importe.

Ese fue nuestro bautizo de fuego. Ahora, abonas abusivos gastos por mantenimiento de cuenta, (como si tuvieran que darle el biberón y cambiarle los pañales) comisiones de todo tipo, grado, concepto y linaje, por cancelación anticipada, por demora, por intereses de descubierto que harian enrojecer al mismísimo Al Capone, tasas, embargos, penalizaciones, gaitas, pitos, zarandajas y flautas, ah! y gastos de correo. Finalmente el catalogo de sablazos se completa con esta cuota por ingreso en efectivo mencionada, que abre paso, a buen seguro, al inmediato cobro de entrada sin consumición.

Ladinamente y a la vez que se consumaban estos atropellos te iban derivando, de una forma despreciativa, al cajero. Tu presencia, tu persona, les irrita y molesta, se nota que no eres bienvenido y solo mereces que te atienda una máquina. Es decir, sólo faltaba que trabajes para ellos, gratis, sin pertenecer a la plantilla y sin merecer, por tanto, una ventajosa jubilación anticipada. Continuará........

martes, 25 de agosto de 2015

todos los Morgan no eran parientes

A la desaparición de cada figura del espectáculo, apartado cómico, les siguen, tras los forzados y reglamentarios duelos, unos tímidos reproches, veladas criticas, con la boca pequeña, sobre excentricidades de su comportamiento, y, ciertas peculiaridades de su carácter ajenas a la imagen asociada de simpático, que goza todo aquel que vive del noble arte de hacer reír.

Es decir, por una regla no escrita se malinterpreta que los artistas, entreteneurs, no sufran una transformación para adaptarse al personaje/papel que desempeñan, y, que su vida antes y después de la función sea una prolongación de la obra, de tal modo que van largando chascarrillos, parodias y bromas, mientras ejercen de ciudadano anónimo.

Nada más lejos de la realidad: por los testimonios recogidos en diferentes pero iguales circunstancias, quien ha disfrutado de un trato cercano a ellos por vecindad, comercial o por casualidades de la vida, te los describen, generalmente, como unos malapata impresionantes.

Se diría que su profesión les agria el carácter, les genera un "grisú" de los escenarios, se vuelven esquivos, antisociales, lo cual les hace refugiarse detrás de unas gafas de sol, celosos de su identidad, para ir a comprar tabaco, aunque sean las 6 de la tarde.