13 canciones
Hay un mundo mágico en la extensa obra de Luiz Bonfá. De sonidos amables, curativos y sutiles, próximos a quebrarse. Con canciones de evocadores nombres cortos, extremadamente concisos y breves, anunciadores de lejanos paisajes ligados a la Naturaleza. Como Jobim. Han dividido el globo terráqueo en dos partes y cada uno trabaja su zona. Con especial atención al agua, ese preciado tesoro, y, el Mar. Encantado. A los pájaros. Esas aves invisibles que pueblan, surcan y acompañan sus étnicos ritmos. Y esa presencia constante de la feminidad, cuando todo apunta hacia un solo sexo. Vuelvo a Bonfá como se retorna a un lugar afable y reparador. A un plato exquisito de la infancia, a una caricia, a un entrañable abrazo amigo.
Hay un mundo mágico en la extensa obra de Luiz Bonfá. De sonidos amables, curativos y sutiles, próximos a quebrarse. Con canciones de evocadores nombres cortos, extremadamente concisos y breves, anunciadores de lejanos paisajes ligados a la Naturaleza. Como Jobim. Han dividido el globo terráqueo en dos partes y cada uno trabaja su zona. Con especial atención al agua, ese preciado tesoro, y, el Mar. Encantado. A los pájaros. Esas aves invisibles que pueblan, surcan y acompañan sus étnicos ritmos. Y esa presencia constante de la feminidad, cuando todo apunta hacia un solo sexo. Vuelvo a Bonfá como se retorna a un lugar afable y reparador. A un plato exquisito de la infancia, a una caricia, a un entrañable abrazo amigo.
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