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domingo, 1 de diciembre de 2013

JANET SEIDEL - (Que sorpresa! no te esperábamos)



Por menos, y, buscando una ruta más corta para llegar a las Indias, Colón, descubrió América. Yo que no soy genovés y los barcos me aburren sobre manera, "navegando", buscando material sobre la escindida componente de The Manhattan Transfer, Janis Siegel, me encuentro con esta maravillosa cantante de jazz australiana, de parecido nombre,


que se planta ante nosotros, excelsa, virginal, mágica, casi balsámica, con estilo, con una deliciosa voz y unos acompañantes perfectos y un gusto exquisito en la elección de los temas y de las portadas. (Me ha costado decidirme sobre cual elegir).    


Porque los discos comienzan en las carátulas, ¿hace falta que lo repita? Son el escaparate del producto, y, tú no puedes vender un artículo a gente sensible y de bien, con el cuello de un pollo goteando sangre como consecuencia de haberle cortado la cabeza. ¿Entendido? (Perdonen la crudeza de la imagen).

Por lo demás, Janet tiene el encanto, el embrujo, de las cantantes de los 50/60's y sin embargo tenemos la suerte de, a diferencia de éstas, tenerla, por muchos años, con nosotros. Es un verdadero placer y te agradecemos que nos acompañes, como contra punto a esta moda de concursos televisivos donde todo el mundo se lanza a la piscina, a probar suerte, como deporte mundial, a hacer carrera en la canción, con el consiguiente quebranto para la audiencia.


Para perficionar tambien el frances

These Foolish Things
Moon River
Perhaps
A Man And A Woman
I Wish You Love
Embraceable You
I Love Paris
I'm Hip
To Say Goodbye

JANIS SIEGEL - Disculpa bonita, pero como te gastas esa nueva imagen?


Poco importa ya, es irrelevante, si Janis Siegel canta bien, o, da el cante. Ni las circunstancias que originaron su salida de The Manhattan Transfer, y, todo lo que rodea a las rupturas por otro lado tan morbosamente interesantes. Ni tan siquiera la peripecia vital de emprender una nueva carrera cuando tienes ya una completada, viene a cuento. No. Nada nos conviene tanto, y, sería de mayor utilidad que nos explicara como pasó, de esta imagen:



a esta otra:


Lo demás son pequeñeces, niñerías, bobadas.
Disfrutémosla, pues, en todo su esplendor. 
Mientras esperamos, con impaciencia, un manual, al uso, de su mano, titulado: "Como no aparentar más de 40: la lechuga, y, otros nutrientes indispensables".

Por si pudiera interesar:
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Pequeño comentario introducido, aquí, en medio, para que no se note, y, pase desapercibido, a cerca de la adaptabilidad de las mujeres.
Pues, eso. La sorprendente facilidad que despliegan las féminas para transformarse, para adaptarse, para renovarse. Esa fuerza que las impele hacía un nuevo objetivo, un nuevo proyecto, un nuevo amor. En el caso de un romance el cambio es aún más radical. Y más profundo. Es incluso mimético. Si su nueva pareja es un intelectual, adquieren una expresión que sólo se consigue en contacto permanente con los libros. Si se trata de una aventurero, se embuten, rápidamente, en prendas del Coronel Tapioca, y no veas, podrían disputar los éxitos al mismísimo Indiana Jones.
Cualquier excusa es buena, para cambiar de look, con un nuevo tono y corte a su cabello.
Y en lo que son unas verdaderas maestras, es en aparentar ser más jóvenes. Muchas, de hecho, ya van más cortas que sus propias hijas.



Recomendadas, por su bajo contenido en grasas:
Bei Mir Bist Du Schoen
You Don't Know Me
The Big Hurt
Guess Who I Saw Today
Love
There's A Small Hotel
Let It Me Be
Caramel