Sylvia Telles con i latina o griega, tanto da, lo vio claro, desde el principio. O le pilló allí. ¡Bienvendo sea el don de la oportunidad!
Registró en el 1959 este álbum con canciones de Antonio Carlos Jobim,
y, antes, ya tuvo ocasión de iniciarse con este otro trabajo, Carícia, arregladas dos de ellas por un jovencísimo Jobim y donde incluso canta, al piano, Sucedeu Assim, apuntando maneras, pero muy lejos aún de devenir / mutar en genio.
Por lo demás, estamos ante una cantante de jazz, sin complejos, de talla internacional, (pues grabó, incluso, con Barney Kessel,) que nos dejó, prematuramente, en plena juventud, y, que contaba con depurado estilismo y esa facilidad natural propia de las brasileiras para la Bossa Nova, y, algunas, además, para el voley playa, como más tarde se demostraría.