Que conseguimos con esta bajada controlada / dosificada en el consumo del número de cigarrillos?
Un beneficio, en principio, para la salud. Pero lo más importante: probarnos, demostrarnos, que gozamos de un cierto dominio sobre el hasta ahora, impulso mecánico de encender un pitillo, y, conseguimos, fumar sólo cuando "nos apetece".
Cuando nosotros establecemos que ha llegado el momento. Y solo entonces.
Cuando nosotros establecemos que ha llegado el momento. Y solo entonces.
Esto funciona.
Es decir, no nos domina el vicio, en la medida que lo gestionamos nosotros, lo cual nos genera, automáticamente, una mayor fuerza para ampliar los espacios (ayunos), y, retardar / retrasar los tiempos y, a su vez, consiguientemente, una dinámica favorable que nos facilita controlar y reducir, cada vez más, el consumo.
Estamos invirtiendo los términos: vivíamos para fumar y ahora, disfrutamos, entusiasmados, por no hacerlo.
Hemos reaccionado. Nos estamos creyendo / convenciendo, por primera vez, de que somos capaces.
Aguantemos el tiempo que creamos conveniente en cada nueva posición / postura / apuesta con la absoluta seguridad / certeza de estar preparados para aceptar, con éxito, el siguiente paso, pues estamos en un camino SIN retorno.
No aflojemos jamás, si hemos sido capaces de haber llegado hasta ahí: resistamos, venceremos.
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