Los carpinteros, los buenos, los ebanistas; los albañiles e industriales, en general, sorprenden a sus allegados y parientes, bien entrados en el desarrollo de su oficio, con casas o proyectos que revelen su triunfo personal, su éxito.
Los cantantes y compositores llegado a un punto de su carrera, cuando notan, mejor que nadie, un cierto declive, sienten la necesidad de hacer un repaso, un balance, actualizando su obra. Este es el caso.
Johnny Alf nos propone un recorrido, acompañado por los oficiales de la bossa nova por sus sencillas canciones, artesanales, modélicas, llanas, próximas, complejamente simples, compuestas para cantarlas en el salón de casa. De la casa del albañil del principio.
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