miércoles, 21 de octubre de 2015

Conilingüe interruptus (puntos básicos para acertar haciendo una película mala)



Hay varias maneras de hacer un bodrio pero las más frecuentes son dos: por falta de presupuesto o por exceso. No hay que decir que la más letal y segura es la segunda. Vamos por ella.

Contratesen actores consagrados de consumadas carreras artísticas. Con nombre, con cartel, como gancho, para que el efecto decepcionante sea más fuerte. 
Búsquese una excusa, como la boda de alguno de los vástagos, para reunir, a pesar de los lógicos conflictos, a los familiares más próximos, y, ya, tenemos la base de la estafa.



Es decir, repitamos la fórmula de "la boda del padre del cuñado del pariente...", en una vuelta de tuerca más.
Para complicar la cosa, que el muchacho (novio) sea adoptado y ya puestos se invita a su madre biológica, (se dice así?)

Sus padres "paganinis" , de pegote, que estén separados como todos, para que al coincidir con la senil madre marchosa haya un choque entre ellos, y, convengamos, porque nos da la gana, que desbancando a la actual pareja del impresentable padre adoptivo, hayan de fingir que, todavía, vivan juntos.

En fin...
Una falta total de respeto y consideración. ¿Es que ya nadie respeta su trabajo/oficio? Que pena.

Uno tiene la esperanza que al final los actores principales se arranquen las caretas, y, en una broma de mal gusto, demuestren haber suplanto a los "monstruos" que parecen encarnar. 

sábado, 10 de octubre de 2015

la corbata como coartada perfecta,


No existe ninguna prenda en el limitado atuendo masculino, que, tenga, poderes como la corbata. Me explico. Al menos, por la aceptación y predicación generales que su uso, goza. 

Para desempeñar cualquier actividad de nivel, homologada, se hace imprescindible. Por tanto, su valor va más allá de lo estético. Es código de conducta creando un status social, ella solita.

Es la condición indispensable que nos faculta pertenecer al mundo del negocio, en una especie de profilaxis de las relaciones empresariales.

Se requiere como una suerte de uniforme, a la manera que los doctores precisan su equipación para operar, pues no se puede entrar en el mundo del chalaneo/engaño sin su correspondiente aportación.

Es el salvo conducto a la comisión excesiva, a las condiciones a todas luces abusivas, al robo legalmente autorizado.

Dicho de otro modo, si cualquier tipo de transacción común se realizara en las mismas condiciones, pero sin corbata, dudaríamos, nos la haría inasumible, y, a buen seguro, no se consumaría por desconfianza de las partes.

domingo, 4 de octubre de 2015

"la venta empieza cuando el cliente dice: No"



Siguiendo la imagen literaria de las ideas que, como cerezas enredadas una trae consigo, inevitablemente, a otra, cuando las cerezas llevaban rabo / tallo, la aparición de "Como Ganar Amigos" de Dale Carnegie del capitulo anterior, me ha hecho pensar, en esta otra obra similar, pareja, en contenido, de finalidad y temática parecidas.

Poco podré hablar de ella, pues la presté, y, jamás me fue retornada, con lo cual su valor es inestimable, por aquello de que amamos las cosas que hemos perdido, o, no podemos recuperar, pero atravesaba una época en que quería despuntar, optimizar mis cualidades, y, recomendada por un veterano jefe de ventas, la adquirí y la recuerdo muy acertada e interesante.

Coincide en el tiempo con una cuartillas fotocopiadas que, relacionadas con el tema, me pasó otro compañero, y, que han guiado mi vida en estos últimos cuarenta años.

Que contenían aquellos folios tan importante para que hayan estado presentes en mi, permanentemente, marcando mi rumbo a lo largo de cuatro décadas?



Esto es lo que, básicamente, recuerdo:

"Hemos de felicitarnos, en origen, de que la diferencias en cuanto a su constitución y capacidades, entre los humanos no sean tan grandes, tan decisivas que unos nazcan sabios y otros tontos, sin opción de mejora. Siguiendo este punto igualitario de partida, ¿que origina, por tanto, esas grandes diferencias de rendimiento y progreso entre unos y otros? Donde está la clave? Existe una verdadero hecho diferencial? 

Si: en la voluntad.

Es decir, la propia voluntad es la fuerza motriz que nos hace distintos y obtiene resultados diferentes.

Pero, he aquí, que estemos de suerte: pues la voluntad se educa,  se cultiva. 

 Como el músculo de un culturista. Con ejercicios diarios para estimularla, fortalecerla y agrandarla.

Y, entonces, proponía, como rutina diaria, inexcusable, realizar siete u ocho cosas que nos disgusten, a conciencia, por el solo hecho de que no nos gustaría hacerlas."

A mi, con alguna otra 
receta más, en alguna medida, me ha funcionado.