Sin duda lo mejor que tiene esta pelicula es su título: Reflejos en Un Ojo Dorado que se libró, en su día, de traducirse al español alterando su nombre por uno parecido al de mi encabezamiento y con él, demuestra que hay chicha, que hay materia, que tiene contenido.
Desde el principio queda claro que va a suceder algo, nada menos que un asesinato pues como advierte su autor/a en el encabezamiento de la cinta expone: "En un fuerte del Sur, hace años se perpetró un asesinato".
Y todo gira a la manera de como explicarlo. Los números del sorteo de esta desgracia, los lleva todos el soldado Williams, un típo solitario, retorcido a mitad de camino entre un voyeur y un calientabraguetas que se obsesiona por Elisabeth Taylor, mujer aquí de un comandante sin adcripción sexualmente definida, -no es tan macho como con el uniforme se le supone-, que suaviza su frustación bebiendo y engañando a su esposo con un compañero del Ejercito de semejante graduación, vecinos, por más señas, y cabalgando a Pájaro de Fuego, un verdadero semental para afrenta de su esposo.
La novela relata la vida castrense de unos mandos destinados en casas militares próximas a los barracones de la tropa y el aburrimiento que genera a sus parejas que tratan de sobrellevarlo, lejos de centros comerciales y civilización, de la mejor manera posible.
Es un canto a la indaptación y a la soledad. Todos están, tristemente, descolocados.
Descriptivo el chiste que Elisabeth le cuenta a su criada, de color, en presencia de su esposo sobre "dos mariquitas que sentados en la barra de un bar son interrogados por el camarero sobre si son hermanas, y uno de ellos le contesta, que va, para nada, ni tan siquiera somos religiosas."
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