De una forma caprichosa, casi accidentada, como suele ocurrir cuando las cosas nos eligen, sorprendiéndonos, ha venido, mansamente, a mis manos, un ejemplar como este, que andaba "traslibreado" ajeno al ajetreo febril de los tiempos.
Y repasándolo, aquí, allá, aleatoriamente, compruebo un cierto desfase propio de su antigüedad pero en lo sustancial sigue estando en vigor. Cincuenta o sesenta años han hecho evolucionar al hombre, en lo externo, pero no tanto como para que en su interior no se reconozca.
Se trata de uno de los primeros manuales, un libro ya de auto ayuda, sobre las relaciones humanas, y, el modo de enfocarlas para que sean fluidas y provechosas.
De forma natural, honesta, amable y entusiasta.
Si, entusiasta. Si por algo tiene valor su contenido es el por el entusiasmo que destila.
Enseña con ejemplos didácticos extraídos de casos verídicos como se las arregló fulano para conseguir enderezar un asunto que pintaba mal, o como mengano recondujo un problema de insoluble solución.
Es una gozada la forma de exponer los casos, con un resumen final en cada capitulo recopilando los puntos tratados, enumerándolos.
Ahora, en mi trabajo nos proponen, en estos días, un curso de Dale Carnegie. Trataré, por todos los medios, de poner cara de asombro ante su rabiosa actualidad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario