lunes, 16 de marzo de 2015

BROTES VERDES FRITOS, O, LA INSOPORTABLE GRAVEDAD DE LA ECONOMÍA



La economía es una hidra con infinidad de tentáculos. De ahí, cuando se analiza, signifique que nos estamos refiriendo a uno, separadamente. Por tanto, los datos que se van desgranando, reflejan el comportamiento de una actividad, de un sector, sin que por ello, podamos extrapolarlo al todo. Es decir, el enfermo mejora de los pulmones, pero, tiene los riñones al Jerez.

Hay síntomas, tendencias, que justifican un cierto optimismo, pero, a su vez, se observan detalles que indican lo contrario. Es una ciencia reversible, como las estadísticas, que siempre ofrecen la posibilidad de explicar lo inexplicable: la bondad de una derrota.

Ahora, funciona la macro economía que engloba los negocios, a lo bestia, como su propio nombre indica, pero el resto, la gran mayoría, sigue esperando poder llegar a final de mes.
Ya hemos vuelto a revivir la vieja costumbre de colillear: recoger colillas para deshacerlas y volver a liar cigarrillos. Y esto es grave. Mucho. Un país que no puede costearse los vicios es un país sin futuro.
Si se han consumido tantos pollos, bien pudiera darse el caso, que, se los haya zampado, todos, el mismo sujeto.

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