Los blogs los hace uno para si mismo. Responden a una necesidad humana de contarte cosas que ya sabes, que conoces, que posiblemente, temes, o, no; en una vuelta de tuerca, mareando la perdiz, explicándote, por enésima vez, el chiste malo que, solo, te hace gracia a ti.
Tendrían interés si tratasen temas prohibidos, escabrosos, y en la medida que se alejan de esa zona que rodea nuestros instintos básicos, mas animales y primitivos, mueren por inanidad y hastío.
Me propongo relanzar este rincón y para ello ofrezco una parte de este espacio para, a la manera de una Helenis Francia, cercana, compresiva, cómplice, recibir vuestros comentarios, quejas, sugerencias, y, todo aquello, que, dentro de un orden, se pueda exponer en una audiencia educada, sazonado con canciones, o mejor dicho, en torno a un escogida música.
Aprovechando este momento actual en que se produce una llamada general a la colaboración, a la participación. Ahora son lo oyentes quien en un círculo vicioso generan y protagonizan, activamente, los programas. Los televidentes los que venden su propia intimidad, en una sonrojante y vergonzosa exhibición permanente de miserias e inmundicias. Cuando las empresas empiezan a salir de la crisis, gracias a las horas que "regalan" los buscadores necesitados de empleo por unas prácticas que nunca van a cobrar en continuos falsos procesos de selección.
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