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sábado, 18 de abril de 2015

THE ORIENTAL TOURIST PART II SIN KATHLEEN TURNER, NATURALMENTE




Lo localizamos, a duras penas, (la dificultad del lenguaje tampoco ayuda para la negociación) opto por la vía sentimental, mostrandole su foto familiar general, en donde, previamente, con las tijeras lo he eliminado, y ni así, hay manera de ablandarle el corazón. Por ese entonces ya pronuncia con soltura, "calamales lomana y huevos flitos con cholizo".

Dolorosamente, adoptariamos metodos, menos corteses, más expeditivos. Conseguimos que su esposa nos transfiera liquidez para gestionarle un nuevo pasaje, y, decidimos secuestrarlo, por su bien, y llevarlo, para facturarlo, al aeropuerto.

Manos a la obra. El traslado es rutinario, la dificultad estriba, en que por su propio pie, acepte subir al avión.
Para ello, nos proveemos de dos garrafas de 5 litros de aceite marca blanca, y un lebrillo (barreño ancho) y, con una reactancia de podologa, (artilugio que utilizan para calentar el agua y ablandar los callos) conectada a una bateria de auto, en un rincón apartado del parking de la terminal de salidas internacionales, ponemos el aceite hirviendo, al punto de hacer patatas bravas (que también las conoce y le gustan).

El oriental que ve aquello crepitar, y, nuestra cara de pocos amigos, se viene abajo, es decir, decide subir p'arriba, para tomar definitivamente su vuelo, no sin antes inclinar el torso y la cabeza, ritualmente, con un gesto que le honra, y, en señal inequívoca de cortés rendición. 
Fulgen.

jueves, 16 de abril de 2015

UN OFICIO DE RIESGO COMO HACER DE TORO




La casuistica de este oficio es literaria/cinematografica, y, da, para mucho. La proliferación de locos en continua alza, y la diversidad de situaciones límite, generan una temática aviesa, que, desborda la imaginación calenturienta del guionista más quemado y rebuscado.

Soy parco en comentarios. Por una cuestión higiénica mental, aparco los temas laborales en la oficina, con el final de la jornada, y mantengo por pura ética, el secreto profesional, y, la confidencialidad, como debe ser. (Así, y, todo, siempre se escapa algo, mayormente, de folleteo).

Para alimentar el morbo, vamos a ver, pensemos asuntos celebres que me recuerde.
A pares, hemos tenido dos bomberos pirómanos, y, dos toreros cornudos, sin relación entre sí.
El Caso Tomás Clown, el payaso que asó la mantequilla; el tema de Quien Teme A Virginia Love, una ninfómana vegetariana; y como, insólito, el drama de una esposa, que, sorprendentemente, se acostaba con su propio marido, en una versión, actualizada, del Ramito de violetas, con los versos pero siempre sin tarjeta.




Ahora, el affaire más interesante, y que nos dio mayor proyección, quizás sea, el del Turista Oriental, que tendremos la oportunidad de conocer, seguidamente, en la próxima entrega.

Fulgen.