La casuistica de este oficio es literaria/cinematografica, y, da, para mucho. La proliferación de locos en continua alza, y la diversidad de situaciones límite, generan una temática aviesa, que, desborda la imaginación calenturienta del guionista más quemado y rebuscado.
Soy parco en comentarios. Por una cuestión higiénica mental, aparco los temas laborales en la oficina, con el final de la jornada, y mantengo por pura ética, el secreto profesional, y, la confidencialidad, como debe ser. (Así, y, todo, siempre se escapa algo, mayormente, de folleteo).
Para alimentar el morbo, vamos a ver, pensemos asuntos celebres que me recuerde.
A pares, hemos tenido dos bomberos pirómanos, y, dos toreros cornudos, sin relación entre sí.
El Caso Tomás Clown, el payaso que asó la mantequilla; el tema de Quien Teme A Virginia Love, una ninfómana vegetariana; y como, insólito, el drama de una esposa, que, sorprendentemente, se acostaba con su propio marido, en una versión, actualizada, del Ramito de violetas, con los versos pero siempre sin tarjeta.
Ahora, el affaire más interesante, y que nos dio mayor proyección, quizás sea, el del Turista Oriental, que tendremos la oportunidad de conocer, seguidamente, en la próxima entrega.
Fulgen.
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