Que existió una conspiración, desde el primer momento, lo vi claro. No se engañe nadie. Estaba cantado. Fue un complot, (judeo masónico o no )un movimiento interno, de magnitudes siderales, con múltiples ramificaciones e infinidad de implicados, orquestado con la única finalidad de desestabilizar al género Jazz, en aquellos momentos en pleno auge, con una original tendencia, corriente o ritmo, basado en una variación acompasada llamada "bossa" y que se bautizó, por tratarse de un estreno , con el adjetivo de "nova".
Y como base de operaciones Brasil, toma ya! que, además, pillaba a mano.
No pudo ser accidental, ni casual. Nada ocurre porque sí. No fue un fenómeno producido por generación espontanea.
Contó, naturalmente, con colaboracionistas, que ya delataremos, con nombres y apellidos, que se pasaron al otro bando, es decir, que se mantuvieron en su sitio pero no hicieron nada para impedir la invasión y encima, gustosamente, se sometieron, facilitando en grado sumo su rápida propagación e instauración aunque fue el establishment quien adiestró a sus hombres, sus agentes especiales, sabiamente escogidos, que en diferentes misiones y con una planificación perfecta, y, bajo un estricto control llevaron a cabo la hazaña, la proeza.
Uno de ellos, quizás el primero, fue Laurindo Almeida. A la manera novelística de "Our Man In Havana" trasladado a New York, e infiltrado en Capitol Records, como pueden comprobar, presento pruebas de que esta trama existió, y, no son, quimeras quijotescas mías. Ahi van!
Laurindo allanó el camino, preparó el terreno, para la gran invasión que se estaba, calladamente, urdiendo.
Luiz Bonfá y Joao Gilberto, (ambos, en plan familiar, para no levantar sospechas) Jobim sólo, (a ver que pillaba), le siguieron, y, con fondos, de dudoso origen, (cómo lo son todos) consumaron, afortunadamente, la gesta.
Esta trilogía viene a ser como la colección de El Padrino en cine, que hay que conocerla para no parecer extraterrestre; en literatura El Ingenioso Hidalgo (Don Quijote de la Mancha para más señas); Cien Años de Soledad de García Márquez o todas las obras de Pitigrilli (Dino Segre, Turín 1890-París 1975 a ojo, luego lo miro) y hay que conocerla para valorar que esta exclusiva, aunque no primicia mía, es real.
Viva Bossa Nova y Olé Bossa Nova son más serias, e It's A Bossa Nova Wordl es, como su propio nombre indica, una bossa nova para turistas, con sangria en el pack pero tiene momentos, pasajes, paisajes y paisanajes, inolvidables. O sea que sean buenos y no se la salten, como diciendo si esto no vale na!
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