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domingo, 30 de marzo de 2025

Las Coplillas del Tío Ben (The Ben Webster Project)



El nivel de una discográfica está, naturalmente, en la elección de los artistas, de tal manera, que hubo un tiempo, que si no estabas en Verve, es que no eras lo suficientemente bueno, pues la guerra de los clubs deportivos disputándose a las estrellas, no es nueva. Además, se notaba en los medios destinados a la producción, y, por consiguiente, en el diseño del producto, y, hasta, en la lista de los créditos y los datos relativos a la grabación.


En esos pequeños detalles de cortesía, tan celebrados por el entusiasta consumidor.

Y en esto, nadie puso tanto empeño como "mi" protegida. Es admirable la información facilitada, tan veraz, fruto de un meticuloso orden, que a veces la acompañan con el "estadillo", incluido, de la sesión. 

Con sus correspondiente "alternative take" como bonus, si se tercia.


Y si ello es verdad no es menos cierto que en la reedición este CD se liaron un poco y es difícil saber el número de discos que contiene y hasta quien participa en ellos. Por tanto, ese será nuestro objetivo, desenmarañarlo.
Para empezar diremos que contiene cuatro canciones con tres a.t. de esta edición japonesa.

viernes, 11 de septiembre de 2015

Perdiendo la virginidad en acrónimos



Aceptando la importancia de la música como banda sonora de nuestra vida, donde las canciones jalonan como banderines este particular slalon, a hechos, épocas, personas, he aquí un album primordial/primoroso que significó para más de uno, su puesta de largo. 

Apagado el primer fulgor/hervor de Beatles, Rollings, en medio de una múltiple oferta de grupos del montón, sólo América y Roberto Carlos aportaban al panorama musical un plus de distinción, acompañados, naturalmente por CCR. 

Por su sonoridad, lejanía y estilo, a medio camino del rock/country o del country/rock, acercándonos músicas impregnadas con olores/sabores hasta entonces desconocidos, temáticas nuevas, traslándodonos a lugares ignotos que en un mapa no sabíamos precisar.

Es decir, no eran nuevos, los nuevos eramos nosotros que descubríamos, en un bautizo por padrinos de tu mismo curso, una nueva manera de hacer música, adulta, para hombres que dejaban "huellita" afeitandose ya tres veces por semana, no impidiendo llevar en las carpetas de estudio las fotos de los hermanos Fogerty y sus socios.

Con los Creedence Clearwater Revival quedó despachada la etapa de la pubertad, y, con sus camisas, inaugurada, la temporada otoño/invierno.