Decididamente hay canciones ceremoniales, para disfrutar vestido de etiqueta. Serias, rígidas, encorsetadas. Locas, intimistas, salvajes. Invernales: con saxos profundos que invitan al recogimiento en espacios cerrados.
Las hay finalmente, veraniegas, refrescantes como ésta. Para escuchar en un atardecer playero, pudiendo ir, si se desea, informal, muy ligero de equipaje.
Me encanta esta canción.
ResponderEliminarY la versión en italiano (Un ragazzo que ti ama) de Tony Renis está perfecta.
Gracias.
Hola Alberto:
ResponderEliminarTenías razón; los italianos siempre han sido muy buenos para la música. Esta versión de TR es notable y la desconocía. Ya está incorporada al blog y a la lista de reproducción. Muchas gracias por tu colaboración.