He esperado, deliberadamente, al estreno de éste, maravilloso título de Paul Horn al hecho trascendental de ver incrementada, recientemente, mi cuenta de seguidores con uno más. Vds dirán que es poco, pero no; si lo medimos en términos porcentuales es una cifra que marea: nada más y nada menos que un 25% más y subiendo, pues no creo que ninguno de los actuales se vaya a dar de baja, y, tampoco les sería fácil que os la conceda.
Es lo que tienen las estadísticas, que se prestan a infinitas formas de análisis. Sucede con los resultados electorales, y, perdonen que enturbie la placidez de la tarde con cosas desagradables, que en las peores circunstancias, ante unos datos a todas luces desastrosos, todo el mundo sale fortalecido, tal vez, porque el último fin sea permanecer en la pomada, obtener representación para con ella poder mejorarlos, y, así, llegar a medrar, o como mínimo estar cerca donde se reparte.
(El ejemplo del número de pollos teóricos consumidos dividido por la cantidad de consumidores potenciales ha sido desmontado pues a los que no les había alcanzado ni un ala, rápidamente indignados, reclamaban su parte, descubriendo que había alguien que se había comido dos o tres, enteros.)
Volviendo al motivo central que es la música:
Paul Horn, saxophone, flute
Emil Richards, vibes
Jimmy Bond, bass
Paul Moer, piano
Billy Higgins, drums
Saludo efusivamente a Alain Manuel que, libremente, sin coacciones ni chantajes, ha decidido formar parte de nuestro reducido, pero, exquisito club. Gracias.
Información complementaria, aquí:
Hay que escuchar:
Something Blue
Tall Plynesian
A Tribute (Half And Half)
Fremptz
Dun Dunnee
No hay comentarios:
Publicar un comentario