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miércoles, 12 de octubre de 2016

Amalia Guglielminetti - todo un fascinante hallazgo



Sorprende que en un mundo tan global, informativamente, y, a la vez, tan mercantilista, donde cualquier personajillo, cualquier ladronzuelo, ya tiene editadas memorias, lujosa biografía, y, hasta, una película de su intrascendente vida, exista la figura de una escritora / poetisa, cuya peripecia vital sea en sí misma interesante, acompañada de una producción literaria estimable, y, sin embargo, haya quedado traspapelada, olvidada, diluida en el tiempo, acaso como mejor destino y como prueba de que lo valioso es y debe ser, por su propia naturaleza, exclusivo, minoritario.

Retrato, autor: Marco Reviglione

Hay quien sufre, sin saberlo, un desajuste temporal en su nacimiento. Una alteración, no de horas o de días, con lo cual dejaría de ser Cáncer para pasar a Piscis o Libra, y, celebraría su aniversario en bañador en lugar de con chaqueta y en la nieve. No. Es un desarreglo mayor, a lo bestia. Una anticipación o retraso de 50 años, y, eso amigo, los lleva de cabeza, pues, esa descompensación es difícil de retocar, de corregir. Tú vas bien, pero el mundo va mal, y como la mayoría siempre gana, pues, te las hacen pasar canutas.



Si además de nacer mujer en un mundo liderado por hombres, te enamoras mal, y, para acabarlo de arreglar, lo haces, por segunda vez, peor, aunque te marches a París, a vivir, para darle a tu historia, como a los perfumes, un toque cosmopolita, lo único que consigues es comprobar lo cara que se cotiza la libertad.









http://www.lastampa.it/2012/04/26/cultura/libri/il-libro/amalia-guglielminetti-la-vocazione-al-disastro-7h4z0wZLFKeO2LiJ5bKnOI/pagina.html

martes, 11 de octubre de 2016

Pro Pitigrilli / La Codorniz



En los años 60 / 70 se propagó una corriente literaria europea, seriamente en broma, donde varios países afectados por el "virus" fueron contribuyentes natos del género humorístico, con efectivos de premir orden: Pierre Daninos por Francia, P.G. Wodehouse por Inglaterra, Alvaro De Laiglesia, Fernando Díaz-Plaja, Angel Palomino por España, y Pitigrilli por Italia, fueron los exponentes más reconocidos, gracias al papel divulgativo de La Codorniz, "la revista más audaz, para el lector más inteligente", en cuanto a los escritores, aunque la epidemia afectó, incluso, en mayor medida, a los dibujantes.
Contrariamente a la situación que soportábamos, tan poco propicia para la alegría, eramos productores de humoristas con representantes altamente cualificados, demostrando que, el ser humano, genera, en un equilibrio perfecto, anticuerpos para sobreponerse, proporcionales a las adversidades. Evidenciando el efecto compensatorio y nivelador de la risa, ante la falta de libertad, o, como válvula de escape a la "tragicità" de una situación.



Io so che ti amerò

Fue por aquel entonces cuando descubrí a Dino Segre, Pitigrilli. Era un refinado. Su saber enciclopédico ilustraba sus exposiciones e ideas con referentes contrastados. Hilvanaba una prosa ágil, punzante y novedosa, haciendo interesante cualquier tema que tratase; que era uno, único y recurrente: la mujer. 
La fémina, vista desde un espejo que se repitiese, multiplicándose, desde todos los ángulos. Erudito, viajado, polémico, machista, controvertido, admirado / denostado, aportaba con su aire fresco un toque chic, afrancesado, a sus relatos, que son como píldoras que facilitan la digestión y reconstituyen el espíritu.

lunes, 6 de julio de 2015

Lo stupido, l'idiota, come elemento unificante indispensabile per perpetuare la specie umana


El inglés para los negocios; el alemán para la guerra; el francés para la otra guerra, menor, pero más cruenta, del amor; el castellano para alargar los vencimientos de un préstamo con Dios, y, el italiano, (alargada sombra de Pitigrilli) para cantar, y, "scatenare" la actualidad, desgranandola.

Sea como fuere, somos todos necesarios, y, ninguno insustituible, pero siempre hay alguien más prescindible que otro en esta jerarquía donde el dinero estructura y sedimenta en capas a la sociedad. 

Quizás el más valioso, el alma mater, de todo este tinglado sea el estúpido, el imbécil, que con su enorme proliferación y su comportamiento irreflexivo y aleatorio, guiado por su instinto primario, mueve montañas de euros/dólares, crea shares, mitos, tendencias, marcas, pone, en fin, y quita reyes.

Ahora inmersos en infinidad de campañas para la preservación del hielo polar, y los osos de no se que parte, se hace más necesario que nunca, una iniciativa popular para salvar al imbécil que risotea a carcajadas a altas horas de la madrugada, al conductor que, equivocadamente, se sitúa en el carril más a derecha para girar a la izquierda, eso sí, indicando con el intermitente opuesto la maniobra contraria, al empalagoso que, solo verte, te suelta que has engordado, al pesado, al bocazas, al chorra, al gracioso que ejerce sin serlo,  pues, sin duda, son los seguros conservadores de la especie.