La tv es, insisto nuevamente, con el reflejo de nuestros comportamientos, el barómetro / termómetro del estado social que nos ocupa. Su radiografía, en color, si se prefiere.
Los informativos aportan el ph, puntual, de la irracionalidad, y, el resto de la programación, descubre las estrecheces y penurias de nuestra cultura. Con el fin de llenar horas de programación, cualquier material es apto para emitirlo, dejando su valoración al criterio de la voluntad general de la cuota de pantalla.
Los informativos aportan el ph, puntual, de la irracionalidad, y, el resto de la programación, descubre las estrecheces y penurias de nuestra cultura. Con el fin de llenar horas de programación, cualquier material es apto para emitirlo, dejando su valoración al criterio de la voluntad general de la cuota de pantalla.
El programa de citas, donde una pareja, en todas su versiones posibles, se encuentra para cenar y conocerse, es un buen ejemplo de esa insustancialidad, pero mi preferido, en cuanto a peligroso por real, es el del barman / cocinero que intenta meter en vereda a los desorientados propietarios de locales de restauración que no saben como gobernar su negocio.
Buddy Cole - The Lady is a Tramp
Se aprecia que estas personas regentan la actividad huérfanos de toda cualificación y formación, asistidos por un personal deleznable, donde, bien por parentesco con sus fundadores, o por decisión propia de intentar "abrirse camino" con el lógico anhelo de "ganarse la vida".
Se aprecia que estas personas regentan la actividad huérfanos de toda cualificación y formación, asistidos por un personal deleznable, donde, bien por parentesco con sus fundadores, o por decisión propia de intentar "abrirse camino" con el lógico anhelo de "ganarse la vida".
Necesitamos ya una campaña publicitaria institucional, a todos los niveles, donde se le diga a la gente que es peligroso asomarse al exterior, pero no tanto como exponerse graciosamente a las veleidades del mercado. Donde se especifique, detalladamente, que, incluso con experiencia, es fácil arruinarse, y, que los negocios, son solo, como los casinos y la Bolsa, un juego exclusivo para millonarios.
