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lunes, 13 de enero de 2025

Periódica pura, no: Exótica Pura


Martin Denny - Bali Ha'i

Arthur Lyman - Magic Island

Living Strings - Ebb Tide

Elisabeth Waldo - Balsa Boat

Henry Mancici - Moon of Manakoora


Phil Moore - Day Dream

Ruth Welcome - I Talk to the Trees

Martin Denny - Voodoo Dreams

Martin Denny - Singing Bamboos

Lex Baxter - Papagayo


Tak Shindo - Caravan

Ray Anthony - Palm Springs

Webley Edwards - Temple Dance

Martin Denny - Stone God

Bianchi & The Jungle Set - Algiers



Leo Addeo - Now Is the Hour

Lex Baxter - Dawn Under The Sea

Ray Anthony - Room 43

Les Baxter - Despair


Johnny Richards - Ochun

Babatunde Olatunji - Hail the King

Buddy Collette / Robert Sorrels - Polynesian Suite

Ralph Font - Bésame Mucho

Arthur Lyman - Legend Of The Rain


Robert Drasnin - Voodoo

John McFarland - Head Hunters

Jack Fascinato - Foggy Recollections

Richard Shores - Hysteria




Marty Gold - Perdido

Bill Russo - Anger

Richard Hyman - Incantation

Richard Maltby & His Orchestra - Fools Rush In (Where Angels Fear to Tread)

Four Classic Albums (I'm Shooting High / The Many Moods of Ann Richards / Two Much! / Ann, Man!)













martes, 12 de enero de 2016

El trabajo de investigador privado no se subcontrata (parte IV)



A Houston le endosaban un problema, pero aquí tenemos, básicamente, dos: la deuda pública y el sexo privado, no sabiendo como gestionarlos.
Está cuantificado que cada españolito venido al mundo, de aquí, a la eternidad, aterrizará, consuetudinariamente, con un pan debajo del brazo, pero en la concavidad ciega de la otra axila, acumulará, en rojo, una parte del conocido déficit económico, a enjugar, gestado en onerosas y prescindibles, por duplicadas, administraciones, pero además, sin saberlo, ya que de ello, no se habla ni en Salvados, convive en nuestro ADN otra carencia mucho más grave que la monetaria, y, es, reconozcamoslo, honestamente, la sexual.

Aquí, siempre, se ha jodido: poco, mal, tarde y deprisa. Los cuatro adjetivos que despojan a una relación placentera de plenitud, satisfacción, placer y, finalmente, de sexo. 



Hemos conseguido conformar una selección de basket ganadora, fabricamos mondadientes envasados al vacío, exportamos de todo sin complejos, copamos los primeros puestos del ranking en la cocina internacional, hemos puesto otra pica en Flandes introduciendo los churros de porra en China, mejorado el inglés con Duolingo, nuestros jóvenes cumplen a rajatabla el lema "altius, citius y fortius", es decir, disfrutamos de una situación coyuntural apacible y notable, pero seguimos enredados, con nuestra legendaria y sempiterna torpeza, en la cama.

Existe algo en nuestro génesis más profundo, en el mecanismo u origen ese, que permite a las uñas y los cabellos crecer por su propia iniciativa y voluntad, que nos invalida o menoscaba para el sexo. Es, se quiera reconocer, por una cuestión de machismo, o no, una incapacidad total, intransitoria, por la naturaleza de su temática, con un atraso irrecuperable, donde actualizarnos y progresar nos cuesta tanto como hacer manejar a un pato, un laúd de 12 cuerdas. Somos de secano en ese aspecto, y no sabemos desenvolvernos en la piscina olímpica del sexo, sin salir, por tanto, a flote.



Ahora por fin se entiende esa frase que a los ojos de Dios, (Cuando no conozcas la paternidad de una frase, adjudicala a alguien famoso) todos tengamos una minusvalía, y, en nuestro caso, ya sabemos cual es.

Se podrá argumentar que estadisticamente somos un país adulto, homologado, moderno, pero las estadísticas, malinterpretando, otra vez, a Zoran Coachovic, están para romperlas, y, como con el reparto del consumo de pollo por habitante y año, siempre hay quien se atraca doblemente, mientras el cociente de la división le asigna la mitad.

En resumen, nuestro drama, es que aquí se folla poco, y, encima, este deporte elitista siempre lo practican los mismos. 

Continuará...?