Siguiendo la campaña orquestada por los informativos, que a falta de noticias, quieren conseguir, a toda costa, un noticiable verano caluroso, la moda del pantalón corto imposible puebla el paisaje, por oleadas, como un inmenso campo de candeal granado y reventón, de portadoras de esta indumentaria justa, mínima, apretada, como si quisieran, premeditadamente, estrangularse por las ingles.
En una marcha silenciosa y reivindicativa tras el protagonismo robado por un invierno desabrido, y, malcarado.
Cuerpos de todos los tipos desfilan en el derecho anterior al sufragio universal primitivo, a lucir la parte donde la espalda pierde su nombre, aprisionadas en pantalones rasgados, deshilachados, a jirones, como se improvisa la confección de un estandarte de libertad en la avorajine permisiva del casual wear.
Cuerpos de todos los tipos desfilan en el derecho anterior al sufragio universal primitivo, a lucir la parte donde la espalda pierde su nombre, aprisionadas en pantalones rasgados, deshilachados, a jirones, como se improvisa la confección de un estandarte de libertad en la avorajine permisiva del casual wear.
En a todas luces un acto inocente, menor, de baja intensidad, (como si lo que hacen las féminas albergara esta naturaleza) que considero de erosión y desgaste, cuando no una explosión de rebeldía y subversión.
Y el Fondo Monetario Internacional (FMI) ajeno a esta guerra incipiente, no declarada.
Y el Fondo Monetario Internacional (FMI) ajeno a esta guerra incipiente, no declarada.