viernes, 11 de septiembre de 2015

Perdiendo la virginidad en acrónimos



Aceptando la importancia de la música como banda sonora de nuestra vida, donde las canciones jalonan como banderines este particular slalon, a hechos, épocas, personas, he aquí un album primordial/primoroso que significó para más de uno, su puesta de largo. 

Apagado el primer fulgor/hervor de Beatles, Rollings, en medio de una múltiple oferta de grupos del montón, sólo América y Roberto Carlos aportaban al panorama musical un plus de distinción, acompañados, naturalmente por CCR. 

Por su sonoridad, lejanía y estilo, a medio camino del rock/country o del country/rock, acercándonos músicas impregnadas con olores/sabores hasta entonces desconocidos, temáticas nuevas, traslándodonos a lugares ignotos que en un mapa no sabíamos precisar.

Es decir, no eran nuevos, los nuevos eramos nosotros que descubríamos, en un bautizo por padrinos de tu mismo curso, una nueva manera de hacer música, adulta, para hombres que dejaban "huellita" afeitandose ya tres veces por semana, no impidiendo llevar en las carpetas de estudio las fotos de los hermanos Fogerty y sus socios.

Con los Creedence Clearwater Revival quedó despachada la etapa de la pubertad, y, con sus camisas, inaugurada, la temporada otoño/invierno.

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