domingo, 29 de noviembre de 2015

pero como era y a que dedicaba el tiempo libre, nuestro hombre del día, Carlos Vidal Bolado?











Ya que eso de la verdad os hará libres, no siempre funciona, y trae más problemas / enemistades que otra cosa, sustituyameslo por la limpieza y pulcritud es signo de educación, incluyendo al orden como una derivada o consecuencia de las  dos, que tampoco está nada mal.


No un orden obsesivo, pero, si, el suficiente, para avanzar, para no perder el valioso tiempo en preparativos y que la cosa prospere/cunda.


Pues trasladado al asunto que nos ocupa, Carlos Vidal, grabó para Tampa Records este Lp  nº 32 con la portada de Miller, en Los Angeles cerca de 1956 con: 

Robert Gil (piano) Tony Rizzi (guitar) Tony Reyes (bass) Shelly Manne (drums) Carlos Vidal (congas) Mike Pacheco (bongos) 

por otro lado y casi, simultáneamente, ya que estaban por allí, grabaron otro disco a nombre de Mike Pacheco:


Mike Pacheco, Carlos Vidal, Shelly Manne, Robert Gil, Julio Ayala, Frank Guerrero
canciones:




posteriormente presentaron éste Lp  con las canciones en un cara, a nombre de Shelly Manne:


y finalmente re-editaron los dos primeros en CD:



Y yo lo ofrezco todo ordenado y pulido para que no os tengáis que preocupar ni ocupar.

Mike Pacheco - es mejor que me hagas caso y no te pierdas esta joya. Te lo digo yo!



Este LP se editó por Tampa Records en 1954 publicándose en en 1957 con el nº TP10


canciones:
Up Tempo, Buddy Can You Spare A Dime, There'll Never Be Another You, April In Paris, Warn Up, Samsom And Dalilah Theme, Moonlight In Vermont, Kiss Me Again, Dinner For One, Walkin' Home

para más tarde o al revés, editarlo, nuevamente,  así:


para reeditarse, posteriormente, con esta nueva portada y pasando el protagonismo a Oscar Moore:


y en CD final, incluyendo, el de Mike con Oscar y el de Moore para Skylark (el de cigarro)


sábado, 28 de noviembre de 2015

El Turista Accidental - vivir cada día



Nota previa: 
Debería estar prohibido opinar/recomendar películas. El gusto particular es personal, intransferible y, por tanto, demasiado subjetivo para exponerse a resaltar los defectos o virtudes de un film. Al no tratarse de una ciencia cierta, incluso es susceptible de resultar su valoración diferente, dependiendo del estado anímico que nos embargue. Salvado este escollo, y, mientras no lo penalicen, ahí va mi tardía crónica.



Lo primero que engancha de esta cinta es el tono amable/amigable, confidente, con que desgrana consejos, pequeños trucos, antes de aventurarnos en un viaje, o, como desenvolvernos con eficiencia y naturalidad, en una ciudad que descubrimos por primera vez, sobreviviendo a sus carencias y peculiaridades.
Recomendaciones para el viajero, dictadas con precisión y tacto, sugerentes, y que se convertirán en el hilo conductor, recurso recurrente, a lo largo de toda la historia. 

Luego nos habla del distanciamiento hasta la ruptura, de una pareja por la traumática pérdida de su hijo, y, las dificultades de rehacer sus vidas. Sobre la escasez de segundas oportunidades. De personajes, cuyos mundos, pequeños, minúsculos, gravitan en un universo galáctico, y, como planetas o satélites giran en órbitas diferentes sin posibilidad de encuentro/relación. 




En una palabra, refleja la extrema dificultad que nos supone vivir la vida. Es decir, algo tan propio, tan natural, motor y carretera de nuestra existencia, no fluye plácidamente, todo lo contrario, es trabajoso, arduo y complicado su diario devenir. Se hace necesario empujarla, encararla, permanentemente. 

No se nos ajusta como un traje de neopreno, segunda piel, es más bien, el vestido de arlequín descuadrado, o, directamente un traje de payaso, siete tallas grande, donde convivimos con la dificultad añadida de desarrollarnos, de movernos descompasados, incómodos con el consiguiente pesar.

domingo, 22 de noviembre de 2015

De lo Divino y lo humano



Los sucesión de los días han empujado el final de la semana, pegajosamente, y llegado el domingo, ante ninguna expectativa de gasto extra ni corriente, encerrado con un solo juguete, nada más a mano, asequible y paliativo, que reflexionar.

Es decir, buscar esa razón oculta que nos engañe / consuele, y, nos permita, seguir adelante. Hacer balance, establecer el suma y sigue a decepciones y sinsabores del día a día, repasar la crónica mundana o personal, de lo que pudo haber sido y no fue, lavar nuestras culpas, y, en último extremo, cambiar / vaciar el vaso rebosante de pequeñas miserias por otro nuevo, listo para rellenar.

Sirve cualquier hecho o circunstancia. El campo de trabajo es ilimitado. De lo divino hasta lo humano. Vale todo.

Desde el frotar se va acabar, hasta preguntas existenciales relacionadas a que las cosas cuesten tan caras siendo nuestra vida terrenal tan corta. 

Puede uno preguntarse sobre la obscenidad de los ingresos de los futbolistas, proporcionalmente inversos a su preparación académica o intentar escudriñar sobre el camino que sigue la bajada de precio de la gasolina, que, teniendo la misma distancia del de subida, tarda el doble y pierde parte de su efectividad y cuantía en el recorrido.

Sobre la vacuidad de los políticos o el tedio televisivo. Averiguar a que se debe que el peso del pan no cuadre con el anunciado. 

La inoportunidad de la foto de este encabezamiento, o, simplemente, interrogarme porque te sigo queriendo después de 40 años juntos, o, quizás por eso.

domingo, 15 de noviembre de 2015

quando sólo nos queda Billie

He vuelto a Billie Holiday. Lo suelo hacer, en tristes ocasiones. Cuando pierdes el norte, o, te cae un referente; ante un inesperado revés; cuando no sabes a que asirte/aferrarte, nada mejor que una cuña de la misma madera. 
Envolverte en esas canciones desgranadas con sentimiento, casi con dolor, que no son nunca remedio, pero sirven de consuelo, y, reconfortan en la medida que, no te sientes solo, y alguien está de tu lado, pareciendo apto, próximo, para entender/compartir tu pena.


Retorno otra vez a Billie Holiday. Como se usa un aceite milagroso que cierre una rebelde herida. Se busca cobijo ante una lluvia torrencial. Como necesitas un funcionario generoso que te atienda al límite de su horario. Como una patrona  de los imposibles, mártir, de una iglesia de a pie, low-cost. Como se agradece la caricia cálida de una mano amiga. Con la urgente urgencia de que alguien te oiga, y, mejor aun, te escuche. 

                
Regreso de nuevo a Billie Holiday, pues adonde vas a que te curen cuando te han pateado el alma?




Tu vida pende de un burofax o Correos era una fiesta



Stevie Wonder - Send One Your Love

He pasado, hoy, por una oficina de Correos a retirar un convoluto. Es bueno acercarse, de vez en cuando, a este organismo/empresa/ente para calibrar el estado general de la plebe. Conocer el pulso, lejos de la cifras despatarrantes de la macroeconomía, de esa otra economía binaria y real de contar con los dedos de una mano.

Es la forma precisa de obtener una radiografía actualizada, en ese hormiguero renovado y permanente, para saber en que se sustancia toda nuestra diaria actividad, como resumen y producto, a nuestro ajetreado mercadeo y cansino contrabandismo.

Saber si se envía más que se recoge, que se remite y en que volumen, y, finalmente, que clase de recepción es la mayoritaria. Es decir, establecer un ranking de gestiones, para, como practican los analistas con nuestra sangre, valorar el colesterol, los triglicéridos y ácido úrico de nuestra cotidianidad.

La impresión final es decepcionante. Empleamos los días laborables de la semana en cometer infracciones, desatender los impuestos, cosechando multas, y, los sábados recogiendo los impresos donde nos notifican y reclaman, formalmente, su importe, facilitándonos los papeles para su auto-liquidación.

domingo, 1 de noviembre de 2015

Pequeña historia de una corta gran colección.




Con días libres, y, sobrandome tiempo, después de los naturales recados que el devenir diario va aparcando hasta llegado "su" ineludible momento, me he dedicado a recopilar cd's del sello P&S Records para completar su catálogo, casi, en su totalidad. Esta marca es una rama del frondoso árbol, casi bosque ya, vasto y salvaje, que forma Freshsound Records.

Atravieso esa fase crepuscular, en que te apetece escuchar aquello que ya no encuentras, porque está descatalogado, o, simplemente, porque no existe.

Empieza la lista, pegando fuerte, como debe ser, con Tina Louise.

Me temo que no seré imparcial al hablar de ella, a diferencia de Matt Monro o Cristopher Cross. Con el favoritismo y la disposición lógica que nos domina cuando se trata de evaluar un monumento como El Gran Cañón de Colorado.






Une a su imagen fresca de Lolita con una fragilidad cautivadora, una voz sensual que te retuerce los adentros. A medida que progresa su audición te vas amorcillando todo tú, y, te vas haciendo más frágil/vulnerable, sin capacidad para controlar muy bien esa chochez de tu estado que ya no sabes si será transitoria o permanente.

It's Time For Tina me transporta, irremediablemente, a es tiempo de cerezas y su época de recolección y como he dejado escrito por ahí: 

"no sabría decir si la música amansa a las fieras, si las neutraliza, pero, es cierto que escuchando estas melodías te vienen ganas de ser más bueno, profundamente, ya que no casto ni puro, y te cogen unas ganas terribles de ceder el paso, de respetar códigos y normas, de ceder los asientos a las embarazadas, aún de pocos meses, de pesar sólo kilos que contengan 1000 gramos, en suma, de decir y practicar la verdad....."