miércoles, 24 de junio de 2015

GILBERTO GIL - Pequeña historia de una liberación menor



Hasta la liberación final que es la muerte, (y cierre del negocio por liquidación del titular) existen grados intermedios, fases, intensidades, medidas, de esta forma de esclavitud o servidumbre que como en un slalom, marca con banderines el recorrido sinuoso de nuestra monótona existencia.

Lo es, separarnos de una pareja, en cualquier forma de actividad o relación: amorosa, laboral, etc.
Desprendernos, finalmente, de ese trámite engorroso que hemos aplazado en repetidas ocasiones, y, que, gratamente hemos completado. ¡Que descanso, por Dios!

Y ya en otro orden de cosas, recortar esa uña contestaría y rebelde que nos amarga y entorpece el caminar. 
En orden interno y de menor intensidad e importancia, descubrir como se llamaba "aquel" monte, hombre, calle, título de película, o interprete, que, no pudiendo dar con él, nos atormenta y por averiguarlo nos mantiene en tensión y preocupados.

De esto va la cosa. En el año 1975 cayó en mis manos un cassette (ver Wikipedia) de un revoltijo de MPB. Entre las 20 ó 24 canciones, había una que hablaba de una "gota de colirio y no se que en delirio". 
Bien, cuatro décadas después he podido despejar la x y resulta que era igual a Gilberto Gil. Moraleja: No se puede subestimar al adversario ni dar una causa por perdida. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario