Un poco de literatura barata, regalada.
Esta portada es de 1947. Si, tiene, por tanto, 73 años y está fresca, del día. Esto demuestra que las noticias son siempre las mismas, sólo cambian de titular, de damnificado. Como la materia no se destruyen, se transforman, únicamente, desplazándose. Como máximo cambian de país o de continente: se diría, por tanto, que existe, permanentemente, una masa flotante de sucesos, un cupo, en espera de ser "entregados", pendientes de adjudicatario.
Vayamos con la chicha del asunto. Titular grande por importante. Hay algo refractario en el pago de Tributos, y es consuetudinario. Viene desde el taparrabos y la lanza, del paleolítico inferior, y nos acompañará aún cuando nuestros lejanos descendientes veraneen en Marte.
Obreros que amenacen huelga es lo suyo, lo propio. Sólo en Japón invertían los términos trabajando más para exigir aumento de salario, pero no se yo si esa técnica está aún vigente, y, si da resultado.
En cuanto a la dramática aventura romántica, sin entrar en detalle, analizando sólo el titular, es probable se deba a los daños colaterales del amor. Dicho en cristiano, enamorarse no sale gratis. Tiene un coste. Un peaje y yendo muy bien, muy bien, como mínimo, origina un desgaste.
El amor produce en su estado alotrópico consecuencias irreparables. Se investiga mucho sobre el cambio climático o las enfermedades derivadas del amianto mientras se silencian, impunemente, los efectos perniciosos del amor.
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