Otro ladrillo en el muro. Nueva entrega de Bossa Nova pero ahora con mucha gente. Ala! a lo grande. No sabeis que hacer? Pues venga, todos a grabar con Gary McFarland que era un genio, y, por eso nos dejó tan pronto, y cuantos mas seamos, pues más reiremos. (Jim Hall, Hank Jones, etc..)
Y eso se nota en este proyecto, (se trataba de hacer pruebas, a ver si sonaba la flauta y... todo lo demás) y claro, no había un compromiso serio por parte de nuestro poderoso arreglista o quizás, el tipo de tratamiento multitudinario no le iba a este "balanseante" ritmo que parece agradecer una cierta intimidad, (una cosa entre cuatro o cinco bien avenidos,) y eso sí, que uno de ellos, por lo menos, sea brasileiro.
Hay custiones reservadas a los autóctonos, a los genuinos, a los propios. Una pizzería requiere a un italiano, un gabinete de psicología a un argentino/a y una bossa nova a un brasileiro. Por otro lado Gary era, en sí mismo, (encerraba,) toda una nueva corriente musical. Un ritmo nuevo y maravilloso. (Como se verá.)
Contraportada mexicana (la bossa no pagaba aranceles) con el título de las canciones y un original dibujo de Stan Getz.
Lo que sucede a a este trabajo es que es anterior, o pertenece al tiempo previo a la eclosión de la Bossa Nova, y se nota. Todavía no han aparecido los éxitos con L. Bonfá y J. Gilberto, posteriores en el tiempo. Es un paso más, un acercamiento y hay que varolarlo por ello.
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