sábado, 12 de octubre de 2013

PHIL BODNER - Gazpacho



Phil Bodner es un genio. Pero no de los de ahora. La palabra está desprestigiada y su sentido devaluado. Ahora cualquier fabricante de mondadientes envasados individualmente en un plástico, es un genio. No. Me refiero a esos personajes legendarios que dejan huella. Que su peripecia vital va más allá y trasciende, arrastra, y, son generadores, con su entusiasmo, de vida y de negocio. 
Este es mi Phil.


Puede asegurarse que donde Él aparece, incluso en la última época donde no se salva nadie, hay nivel. Es una garantía. Tiene aportaciones jazzsisticas excelentes y luego supo adaptarse a los nuevos tiempos con su grupo "The Brass Ring" con una música melódica y dulzona pero siempre de calidad. Necesitaríamos un blog sólo para incluir los trabajos de este saxofonista, pero hoy, siendo festivo, haremos lo que se pueda.


Comentario grotesco/festivo. (Se lo pueden saltar)
Para no echar ni gota.

Los hábiles publicistas con el fin de elevar el tono y la categoría del producto, fotografian los relojes y joyas exclusivos en rincones escogidos de emblemáticos edificios, rotulando las instantáneas a pie de página en las revistas, con explicaciones técnicas relativas a la exposición y resaltando su procedencia: "realizada en el Waldorf Astoria o en el Empire State Building" consiguiendo, así, un plus elitista para su trabajo, y, una factura engordada de gastos de desplazamientos  y dietas para la Agencia.


Por mi parte, debo la foto identificativa que marca mi rastro en todas las intervenciones en la Red (Google, YouTube y mis dos blogs)




a una visita realizada a París, y fue obtenida en esa avenida  que comunica El Arco de Triunfo con la Torre Eiffel, y la he elegido como prueba higiénica del adelanto que los franceses llevan siempre al resto, demostrando que su chovinismo tiene una base mínima en que cimentarse, no es del todo impostado, no es del todo chovinista.

Disponen de estas cabinas, distribuidas por zonas céntricas, donde por una moneda puedes aliviarte, fisiologicamente, sin necesidad de entrar en un bar, y, a cambio, obligarte a pedir una consumición que te provoca más ganas de visitar el baño.


Aquí, la mayoría de las cafeterías ya advierten en un cartel que sus lavabos son de uso exclusivo para sus clientes, y, para disfrutarlos/sufrirlos tienes, obligatoriamente, que serlo, y, mientras, hemos ido abandonado los antiguos urinarios, con lo cual, el personal anda, cabreado y nervioso, con el riñón a punto de estallar y sin saber a donde vaciarlo.

Gazpacho Part I
Part II
Part III
Part IV

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