"Hombre refranero: maricón o pilonero"
De esta frase, resaltaremos las palabras cuya difusa definición se nos escapa, es decir: hombre y refranero.
Hombre: ectoplasma superviviente del planeta de los simios que invade las áreas de servicio, los centros comerciales y los supermercados. No es por naturaleza violento hasta que te quieres colar en el turno.
Refranero: Apartado donde han ido a parar las gracietas de gente ociosa que se transmitían de generación en generación, espontáneamente, cuyo noventa por ciento están caducadas/caducas. Ejem: El buen paño en el arca se vende. Otro: La suerte de la fea, la guapa la desea.
En realidad, este refrán es una tergiversación maliciosa, (interpretación libre denigrante) del original: Hombre refranero, medido y certero.
Y pone de relieve, la desviación que supone el uso frecuente, como recurso, de este tipo de frases, de poca consistencia, de escaso valor literario y de pereza mental.
El slogan, más directo y moderno, ha desbancado al refrán, quedando tosco, zafio y antiguo.
Por tu bien, por tu imagen, por tu futuro: refranes y nucleares: no, gracias!.
El slogan, más directo y moderno, ha desbancado al refrán, quedando tosco, zafio y antiguo.
Por tu bien, por tu imagen, por tu futuro: refranes y nucleares: no, gracias!.